“Cincuenta años después de mi muerte, se escribirá un relato de mi vida, debido al gran interés que se manifestará por el yoga en Occidente. El mensaje del yoga circundará todo el globo y ayudará a establecer la hermandad del hombre, la cual se logra al percibir directamente al Único Padre”.

Lahiri Mahasaya

Lahiri Mahasaya nació el 30 de septiembre de 1828 en la aldea de Ghurni en Bengala, India. A la edad de treinta y tres años, mientras caminaba a los pies de los Himalayas cerca de Ranikhet, se encontró con su gurú Mahavatar Babaji. Fue una reunión divina entre dos seres que habían estado juntos muchas vidas antes; en un toque bendito de despertar, Lahiri Mahasaya se sumió en un aura espiritual de divina realización que nunca lo dejó.

Paramahansa Yogananda escribió en su Autobiografía de un Yogui: “Tal como la fragancia de las flores no puede ser suprimida, así Lahiri Mahasaya, viviendo quietamente como un ideal hombre de hogar, no podía ocultar su gloria innata. Poco a poco de todas las regiones de la India, como las abejas, los devotos buscaron el néctar divino del maestro liberado… La armoniosa y equilibrada vida del hombre de hogar y gurú llegó a ser la inspiración de miles de hombres y mujeres”.

Como Lahiri Mahasaya ejemplificó los más elevados ideales del Yoga, unión del pequeño ser con Dios, él es reverenciado como un Yogavatar o Encarnación del Yoga.

Los padres de Paramahansa Yogananda fueron discípulos de Lahiri Mahasaya, y cuando él era todavía un bebé en brazos, su madre le llevó al hogar de su gurú. Bendiciendo al niño, Lahiri Mahasaya le dijo: “Madrecita, tu hijo será un yogui. Como un motor espiritual, él conducirá muchas almas al Reino de Dios”.

Lahiri Mahasaya no estableció ninguna organización durante su vida, pero predijo: “Cincuenta años después de mi muerte, se escribirá un relato de mi vida, debido al gran interés que se manifestará por el yoga en Occidente. El mensaje del yoga circundará todo el globo y ayudará a establecer la hermandad del hombre, la cual se logra al percibir directamente al Único Padre”.

Lahiri Mahasaya entró en mahasamadhi, en Benarés el 26 de septiembre de 1895. Cincuenta años después, en América, su predicción se cumplió cuando un creciente interés por el yoga en Occidente inspiró a Paramahansa Yogananda a escribir Autobiografía de un Yogui, que contiene un hermoso relato de la vida de Lahiri Mahasaya.