El poder espiritual de la oración en tiempos de catastrofe – Carta de Sri Mrinalini Mata

Carta de Sri Mrinalini Mata sobre el poder espiritual de la oración en tiempos de catástrofe

Amada alma:

Nuestro amado gurudeva, Paramahansa Yogananda, nos ha asegurado que la era nuestra constituye un periodo de creciente luz espiritual que disipa la oscuridad. Sin embargo, cuando experimentamos los inevitables altibajos de la vida en este mundo material y vemos el sufrimiento de almas inocentes atrapadas en las contracorrientes del karma colectivo, a menudo nos sentimos muy vulnerables. En esos momentos, cuando el corazón grita «¿Por qué?» y nuestro humano entendimiento no encuentra una respuesta adecuada, necesitamos mirar —más allá de este limitado panorama— al Ser Divino que es nuestro refugio protector en medio de las tormentas de maya.

Todo lo existente en el universo ha surgido del pensamiento de Dios. Nosotros somos sus hijos, y al conectar nuestros pensamientos y acciones con su todopoderosa voluntad, nos liberamos de la ilusión mortal de desamparo y hacemos realidad el potencial que cada uno de nosotros posee para ser una fuerza que trabaja en pos del bien en este mundo. La oración que fluye de la fe innata del alma, con la confianza y la conciencia de que somos amados incondicionalmente, alcanza el depósito ilimitado del poder sanador de Dios. Cuando interiormente nos dirigimos a Él con la urgencia de la verdadera devoción y la sinceridad de nuestros corazones, saturando la oración con la fuerza del pensamiento concentrado, esa plegaria toma realidad en la creativa Conciencia Divina. El auxilio que estamos visualizando se refuerza así con la omnipotencia de Dios y adquiere la capacidad de materializarse para producir resultados positivos en nuestras vidas y en las vidas de los demás. «La mayoría de las personas consideran el curso de los acontecimientos como algo natural e inevitable —nos decía Gurudeva—. ¡Desconocen, por cierto, cuán radicales son los cambios que pueden operarse mediante la oración!». La oración es una de las formas más inmediatas y efectivas de tender la mano a nuestra familia mundial en tiempos de necesidad. Sabiendo esto, cuando seamos conscientes de una situación que cause sufrimiento, dejemos que nuestra primera reacción sea siempre orar y rodear así a los afectados con el amor protector de Dios. Al actuar de este modo, ampliamos el canal para que las bendiciones divinas fluyan hacia ellos de forma que infundan un poder superior a la ayuda proporcionada por los esfuerzos humanos caritativos y, además, abrimos nuestros corazones a la paz y el consuelo divinos.

La profunda comunión interior con Dios disipa la estática de la duda y la inquietud e incrementa la eficacia de nuestras oraciones por los demás, al igual que lo hace la integridad con la que nos esforzamos por vivir conforme a sus divinas leyes del amor y de la verdad. Como Guruji solía recordarnos: «La bondad de una sola alma puede neutralizar con eficacia el karma colectivo de millones de seres humanos». Debido a que él sabía también lo mucho que se amplifica la influencia de nuestra plegaria individual cuando nos unimos en oración con otras almas afines, Gurudeva fundó el «Círculo mundial de oraciones» como parte del servicio que su sociedad presta en todo el mundo. Te animo a participar con tus oraciones diarias en este esfuerzo unificado con el fin de buscar las bendiciones de Dios para todos sus hijos que se hallan en estado de especial necesidad, tal como hacemos cada día todos cuantos residimos en sus ashrams. Mediante esas oraciones, y mediante cada pensamiento y acción positivos, has de saber que estás ayudando a intensificar en este mundo la luz y el amor de Dios, el Supremo Sanador y dispensador de ayuda para todos.

Que Dios y Gurudeva te bendigan siempre

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